Caso 3:
Un muchacho va a la farmacia y le dice al farmacéutico: -Señor, deme un preservativo. Mi novia me ha invitado a comer esta noche a su casa, ya venimos saliendo tres meses y está que se me chorrea a cada rato, la pobre está calientísima y parece que ya quiere que le ponga el termómetro.
El farmacéutico le despacha el preservativo, el jovencito sale de la farmacia y regresando le dice: -Señor, mejor deme otro, porque la hermana de mi novia también está buenísima y me manda unas cruzadas de piernas terribles, le veo hasta las entrañas, así que parece que también quiere algo y como voy a ir a comer a su casa.......
El farmacéutico le da el segundo y el arrogante muchachito sale y vuelve a regresar, dice:
-Mire señor, mejor deme otro más, porque la mamá de mi chica está recontra buena. La vieja, cuándo no está a la vista mi enamorada, me para toqueteando y me manda unas insinuaciones, que me tiene loco y como me han invitado a comer.......
Llega la hora de la comida, y el muchacho sentado a la mesa con su chica, tiene al lado, la hermana y a la mamá al frente. En es instante entra el papá de la chica y se sienta también a la mesa; el muchacho baja inmediatamente la cabeza, une las manos y empieza rezar:
- Señor, bendice estos alimentos,... bbzzz, bbzzz,bbzzz, ..... te damos gracias por estos alimentos...
Pasa un minuto y el muchacho seguía con la cabeza baja, rezando:
- Gracias Señor por estos dones, bbzzz, bbzzz, bbzzz.... Pasan cinco minutos y seguía: Bendice Señor este pan, bbzzz, bzzz,bbzzz,....
Pasan más de diez minutos y el muchacho seguía con la cabeza baja, rezando.
Todos se miran sorprendidos y la enamorada le dice al oído:
-Mi amor, no sabía que fueras tan creyente
-Y yo no sabía que tu papá era el farmacéutico.!!!!!
Conclusión:
No comente los planes estratégicos de la empresa a desconocidos, porque la infidencia puede destruir su propia organización.
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